La idea que mueve a nuestro grupo es “Comunidad Creadora, Comunidad que construye”.

Nuestra historia está íntimamente ligada con el Institut del Teatre de Barcelona y, más concretamente, en la sede del Vallés, en Terrassa, sede que compartimos el ESAD (Escuela Superior de Arte Dramático) y el ESTAE (Escuela superior de Técnicas del Arte del Espectáculo).

En este lugar, hace ya unos años, nos conocimos y aquí maduramos la filosofía de trabajo que tenemos.

De esta forma de concibir el teatro nos hemos alimentado en los años de escuela, y es lo más profundo que compartimos. No hay quien trabaje para nosotros, sino que hay gente que trabaja con nosotros. Una obra de teatro es el resultado de un trabajo de equipo, donde las diferentes manos trabajan hacia una misma dirección, complementándose y cumpliendo las necesidades que van surgiendo poco a poco.

El teatro no puede ser concebido como un conjunto de solos que al final encajan. De ninguna manera. El actor, el dramaturgo, el técnico y el escenógrafo no pueden trabajar separados; cada uno de ellos debe ser capaz de adaptarse y respetar el trabajo de todos, estar dispuesto a cumplir las necesidades de todas las demás partes; proponer, seguir o conducir en la medida que esto sirva para llegar al resultado final. Es así que la escritura se adapta a la construcción de artilugios, el director trabaja junto al vestuarista y el escenógrafo concibe sus creaciones plásticas a partir del trabajo en sala de ensayo.

La frase tan utilizada “El teatro es un hecho social” es certera y aplicable a todos los elementos que forman una creación.

Una obra de teatro no es algo que sólo concierne a una compañía; da un punto de vista sobre el mundo, dialoga constantemente con la sociedad, se apoya en el mundo exterior y se alimenta de todo lo que llega. Pedir ayuda al mundo externo no es una opción, es necesario. Cuanta más gente dé su propia ayuda, espontáneamente, en la medida en que pueda, tanto más la obra entrará en la cabeza y en el corazón del público, les hablará directamente.

Esas son nuestras premisas a la hora de trabajar; no obstante somos conscientes de que esta es una de las mil posibles formas de la creación teatral.

¿De que forma es posible trabajar sin tales premisas?






Foto de Laia Tubío

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Foto de Laia Tubío

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